En estos días he estado leyendo la semblanza de Viktor Frankl de Rafael de los Ríos en el libro "Cuando el mundo gira enamorado". En una situación límite, en su estancia en el campo de concentración, emergen estas conmovedoras palabras:
El cirujano permanecía callado, asintiendo entre el frío a cada una de las palabras de su colega. De pronto, un pensamiento petrificó a Viktor:
-Por primera vez en mi vida estoy comprendiendo la verdad proclamada en las canciones de tantos poetas y en la sabiduría de tantos pensadores: que el amor es la meta última a la que puede aspirar el hombre. Es ahora cuando entiendo el mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y la fe del hombre nos intentan comunicar: que la salvación de la persona está en el amor.