En un comentario a una entrada en Pastoral Santiago dedicada a la pretendida reprobación de unas palabras del Papa por el Congreso de los Diputados, se expone de un modo agudo y cargado de humor, cómo se reacciona en distintos ámbitos sociales ante las declaraciones que el Papa pueda hacer sobre un tema de actualidad. Lo reproduzco íntegramente:
A su regreso a Roma, durante una hermosa tarde soleada, el Papa habría dicho a una periodista: «¡Hoy hace un buen día!».
Tales palabras han levantado inmediatamente en el mundo entero una inmensa conmoción y han alimentado una polémica que no cesa de aumentar. He aquí algunas de las reacciones:El alcalde de Burdeos: «En el mismo momento en que el Papa pronunciaba estas palabras, llovía a cántaros en Burdeos! Esta contra-verdad, cercana al negacionismo, demuestra que el Papa vive en un estado de autismo total. Lo cual arruina aún más, por si fuera necesario, el dogma de la infalibilidad pontificia!».
El gran Rabino de Francia: «Cómo puede alguien pretender que aún pueda hacer buen tiempo después del holocausto».
El Titular de la cátedra de astronomía del Colegio de Francia: «Al afirmar sin matices ni pruebas objetivas que hoy hace buen tiempo, el Papa testimonia una vez más el desprecio bien conocido de la Iglesia por la Ciencia, que combate sus dogmas desde siempre. ¿Puede existir algo más subjetivo y más relativo que esta noción de "buen tiempo"? ¿Sobre qué experimentos indiscutibles se apoya? Los meteorólogos y los especialistas de la cuestión no han llegado a ponerse de acuerdo en el último Coloquio Internacional de Caracas; y ahora Benedicto XVI pretende zanjar la cuestión ex cátedra. ¡Qué arrogancia! ¿Acaso veremos pronto encenderse las hogueras para todos los que no admitan sin reserva este nuevo decreto?».
La Asociación de Victimas del Cambio climático: «¿Cómo no ver en esta provocadora declaración un insulto hacia todas las víctimas pasadas, presentes y futuras de los caprichos del clima: inundaciones, tsunamis, sequías…? Esta aceptación del "tiempo que hace" muestra claramente la complicidad de la Iglesia con los fenómenos destructores de la humanidad, lo cual no puede más que alentar a todos aquellos que contribuyen al recalentamiento del planeta, quienes podrán de ahora en adelante prevalerse del aval del Vaticano».
El Consejo representativo de las Asociaciones Negras: «El Papa parece olvidar que cuando en Roma luce el sol, toda una parte del planeta permanece sumergida en la oscuridad. ¡He aquí un signo intolerable de su desprecio hacia la mitad negra de la humanidad!».
La Asociación feminista Las Lobas: «¿Por qué dice el Papa que hoy está bueno (el tiempo) y no que hoy está buena (la temperatura)? Una vez más el Papa muestra su apego a los principios más retrógrados y arremete contra la legítima causa de las mujeres. Da pena ver que en pleno 2009 mantenga tal posición!».
La Liga de los derechos humanos: «Este tipo de declaraciones sólo sirven para ofender profundamente a todas las personas que contemplan la realidad con una mirada distinta a la del Papa. En particular pensamos en las personas hospitalizadas, en los prisioneros cuyo horizonte se limita a cuatro paredes, y también en todas las víctimas de enfermedades raras los cuales no pueden percibir con sus sentidos el estado de la situación atmosférica. En tales declaraciones existe sin duda una voluntad de discriminación entre el "buen tiempo", tal que debería ser percibido por todos, y todos aquellos que perciben las cosas de otra manera. Nuestra asociación piensa denunciar sin tardanza al Papa ante la justicia».
En Roma, algunos miembros de la Curia intentan atenuar las declaraciones del Papa, alegando su avanzada edad y también el hecho de que posiblemente sus palabras no hayan sido bien comprendidas. Pero hasta el momento presente dichas tentativas no están teniendo éxito…
Vía | Pastoral Santiago