El mundo del deporte se ha visto afectado en los últimos días por la trágica muerte de Kobe Bryant durante un traslado en helicóptero junto a otras 8 personas, entre las que se encontraba una de las hijas del ex-jugador de Los Ángeles Lakers.
En estos días se están publicando muchas reseñas y comentarios acerca de la personalidad de esta figura del deporte, destacando en la mayor parte de los casos los valores humanos que, los que le conocían más de cerca, destacan de Kobe. Quiero rescatar una noticia de la que se hacían eco ayer en Cope y que tiene que ver con la fe. Por lo que afirman unos fieles de la Catedral Católica de Nuestra Señora Reina de Los Ángeles, Kobe Bryant y su hija Gianna de 13 años, participaron de la Eucaristía dominical antes de montar en helicóptero para participar en una de las actividades de la Academia Mamba, una escuela de Basket para formar y ayudar a crecer a miles de niños en Los Ángeles. Un gesto que pondría de manifiesto el cuidado que ponía Kobe Bryant para alimentar su vida de fe. En la misma noticia se hace referencia a otro episodio difícil de la vida del baloncestista en la que el acompañamiento de un sacerdote católico fue fundamental.
Recomiendo leer también una reflexión de José Mª Olaizola a raíz de esta noticia, esta reseña de un gesto de caridad de Kobe Bryant y escuchar esta respuesta a la pregunta de qué haría si pudiera volver al pasado… estremece el estoy “listo para irme” en este momento…